Seguridad y privacidad: ¿por qué es necesario descargar una VPN para Windows?

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La protección, la seguridad en línea y la privacidad empiezan a ser factores fundamentales a la hora de navegar por internet. Ya sea que nuestro uso se limite a jugar a nuestros juegos favoritos, trabajar o simplemente conectarnos con nuestros seres queridos, existen muchos riesgos esperando por nosotros si no tomamos las medidas necesarias.
Es en este complejo escenario en donde millones de usuarios se han volcado por utilizar una VPN. ¿De qué se trata esta tecnología? ¿Por qué conviene utilizarla en Windows? ¿Qué se debe tener en cuenta antes de elegir una empresa? Todas estas respuestas, en el siguiente artículo.

¿Qué es una VPN?

Como siempre, es recomendable comenzar por el principio: ¿de qué hablamos cuando hablamos de una VPN? Este software, que hoy en día es el favorito a la hora de pensar en la seguridad y privacidad en internet, consiste de una serie de medidas informáticas que permiten al usuario navegar de manera más segura, blindando su información sensible y personal.
En primer lugar, VPN es la sigla en inglés para el término Red Privada Virtual, la cual hace alusión a la conexión que se genera mediante el cifrado y enrutamiento de todos los datos y la actividad de la persona una vez que se ha conectado con el servidor VPN. Mediante una suerte de cable secreto, se filtra toda la información y se manda hacia otra ubicación, generalmente en otro país.
Así, al utilizar una VPN para Windows, lo que se termina logrando es cambiar la dirección IP de nuestra conexión a internet, lo cual va a ser de gran utilidad a la hora de evitar bloqueos, controles y convertirnos en prácticamente indetectables a algunas de las amenazas más frecuentes de internet en la actualidad.
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¿De qué peligros nos protege una VPN?

Ahora que entendemos lo más básico del funcionamiento de una VPN, podemos centrarnos con más detenimiento en cuáles son los peligros que nos acechan en la web y cómo esta tecnología puede ayudarnos a reducir al máximo ese riesgo. Después de todo, nadie puede sentirse completamente a salvo por más inocente que sea el uso de la web.
1. Rastreo y recolección de datos
En primer lugar, al cambiar la dirección IP de nuestra conexión, logramos evadir muchas estrategias de sitios web que recolectan nuestros datos e información para generar estadísticas y, luego, estrategias de marketing apoyadas en ellas. En muchos casos, eso se traduce en publicidad molesta, intrusiva y hasta engañosa. Con una VPN, evitamos que los sitios web recopilen la actividad en línea que hemos realizado.
Este punto también es importante para cubrirnos de eventuales fallas de seguridad de dichos sitios, los cuales pueden ver afectadas sus bases de datos y sus usuarios quedar expuestos. Cuando hablamos de que una VPN permite volver inaccesible al usuario a controladores externos, este es un caso ejemplar.
2. Geobloqueos y restricciones
En la misma sintonía, una de las tendencias más penosas de internet en los últimos años han sido los bloqueos y censuras por la ubicación de la conexión del usuario. Esto muchas veces puede tener consecuencias leves, como no acceder al catálogo de una plataforma de streaming, o algunos sucesos más graves, como es el acceso a la información o a la educación.
En muchos países, en especial aquellos con regímenes autoritarios en el poder, la población puede acudir a la utilización de una VPN con el fin de acceder a ese contenido que no está disponible en su país. Ahora bien, en algunos de esos países, el uso de una VPN se encuentra prohibido o restringido.
Así, una VPN puede ser la herramienta clave para recuperar algo del espíritu inicial de internet: la democratización del acceso a la comunicación, información y educación, en donde los usuarios tejen redes cada vez más sólidas. Si bien el uso de las VPN se ha extendido para poder ver catálogos de otros países en plataformas como Netflix o Amazon Prime Video, el trasfondo puede ser mucho más interesante a nivel social.
3. Ataques cibernéticos
Ahora bien, tal y como hemos empezado este artículo, la seguridad en línea es uno de los factores más importantes a la hora de pensar en la utilización de una VPN. Esta tecnología funciona como una suerte de gran escudo que evita los ataques más frecuentes, además de ser una de las que más rápido se actualiza ante los también constantes cambios de los peligros en la web.
Durante mucho tiempo se pensó que con la utilización de un antivirus en nuestros ordenadores alcanzaba para sentirnos seguros, pero el internet de la actualidad ya no es tan sencillo. En primera instancia por la habilidad y rapidez que tienen los peligros web para evolucionar, lo que requiere de un programa mucho más sofisticado que permita volvernos prácticamente invisibles para ellos.
En segundo término, porque ahora nos conectamos a internet desde distintos dispositivos. Si bien las computadoras con Windows siguen siendo la primera herramienta a la hora de pensar en internet, los smartphones, tablets, consolas de juego, Smart TV, entre otros, también nos exponen a peligros, por lo que una VPN multipantalla será clave para sentirnos protegidos. Más adelante volveremos a este punto.

Cuáles son las tres claves a la hora de elegir una VPN

Para concluir con este artículo, nos centraremos en algunos de los puntos más importantes a la hora de inclinarnos por una empresa por sobre otra. En esa misma dirección, se debe remarcar que el mercado de las VPN es tan amplio como diverso, por lo que encontraremos diferentes ofertas.
1 – Multipantalla: tal y como hemos señalado antes, este es uno de los puntos más importantes para sentirnos protegidos en todo momento. Una VPN que no tenga este factor o que posea un número muy bajo de dispositivos permitidos al mismo tiempo, no terminará de cumplir con uno de los objetivos básicos: protección y seguridad.
Así, priorizar tanto la cantidad de conexiones posibles a la vez, como la facilidad para su uso e instalación en cada uno de esos dispositivos, significará un salto cualitativo a la hora de pensar en la seguridad y la privacidad en línea.
2 – Seguridad al máximo: en la misma sintonía, se debe optar por una VPN que tenga a la seguridad y privacidad de las personas como principal misión. Las propuestas gratuitas suelen descuidar este factor, seduciendo a los usuarios con el acceso a plataformas de streaming. Así, suelen ser muy deficientes en este punto que, como ya hemos subrayado, es esencial en internet.
3 – Velocidad de conexión: a la hora de pensar en una VPN para Windows, la velocidad de carga es clave para que nuestra experiencia sea la mejor posible. ¿De qué sirve estar protegido en la web si apenas podemos navegarla?
Gracias a los avances constantes en las tecnologías del sector, muchas empresas han logrado que la variación de la velocidad de carga y descarga se vea afectada al mínimo, dejando atrás los tiempos en los que utilizar una VPN significaba una ralentización asegurada. En 2022, las marcas líderes del mercado permiten que nos olvidemos de ello.

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